Fuente
original: Boletín oficial de la GLE "El Oriente"
Segunda época - número 13
EDICIÓN EXTRAORDINARIA
Segunda época - número 13
EDICIÓN EXTRAORDINARIA
Gran Logia de España
La Masonería Española ante la pérdida del Presidente Adolfo Suárez
La Gran Logia de España recibe con pesar la triste noticia del fallecimiento del Presidente Suárez y expresa sus más profundas condolencias por la enorme pérdida del hombre que protagonizó la Presidencia bajo cuyo espíritu de concordia pudo la Masonería regresar a España tras cuatro décadas de ausencia y persecución.
En 1977 se consagró en Barcelona la primera Logia española, regular y reconocida desde la Guerra Civil, abriendo un proceso de normalización institucional y convivencia, no exento de dificultades, que se completó durante su Presidencia con la inscripción en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior de las instituciones masónicas como la Gran Logia de España y el Grande Oriente Español.
En estos momentos de recogimiento, la Masonería Española desea recordar y hacer propias las palabras con las que el Presidente Suárez recibió el Premio Príncipe de Asturias en 1996, retratando el contexto histórico en el que se trató de desterrar para siempre "los viejos hábitos de la prepotencia, la intolerancia, el dogmatismo, la discordia y la insolidaridad".
"La concordia entre los hombres y los pueblos, en el orden nacional y en el ámbito internacional, debe seguir siendo un ideal permanente de la humanidad. Su consecución es, sin embargo, difícil. Pero cuando se logra, alcanzamos momentos estelares en la humanidad. Con frecuencia se confunde la concordia con el conformismo y con la uniformidad y creo que nada tiene que ver con ellos. Su raíz estriba precisamente en el pluralismo, la libertad y la solidaridad. Sin ellas no es posible la concordia. La concordia jamás se impone, se busca en común y se realiza con el esfuerzo de todos".
En 1977 se consagró en Barcelona la primera Logia española, regular y reconocida desde la Guerra Civil, abriendo un proceso de normalización institucional y convivencia, no exento de dificultades, que se completó durante su Presidencia con la inscripción en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior de las instituciones masónicas como la Gran Logia de España y el Grande Oriente Español.
En estos momentos de recogimiento, la Masonería Española desea recordar y hacer propias las palabras con las que el Presidente Suárez recibió el Premio Príncipe de Asturias en 1996, retratando el contexto histórico en el que se trató de desterrar para siempre "los viejos hábitos de la prepotencia, la intolerancia, el dogmatismo, la discordia y la insolidaridad".
"La concordia entre los hombres y los pueblos, en el orden nacional y en el ámbito internacional, debe seguir siendo un ideal permanente de la humanidad. Su consecución es, sin embargo, difícil. Pero cuando se logra, alcanzamos momentos estelares en la humanidad. Con frecuencia se confunde la concordia con el conformismo y con la uniformidad y creo que nada tiene que ver con ellos. Su raíz estriba precisamente en el pluralismo, la libertad y la solidaridad. Sin ellas no es posible la concordia. La concordia jamás se impone, se busca en común y se realiza con el esfuerzo de todos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario