A los masones los han acusado de casi todo lo peor: asesinato de niños, misas negras, profanación de hostias, adoración a Satanás, matanzas, y lo que queramos añadir. Todo ello fomentado por intereses políticos y religiosos concretos pues los totalitarismos han arremetido contra ellos. Todavía nos acordamos de aquella confabulación judeo-masónica-comunista…
Los orígenes más remotos los encontramos en los gremios de albañiles o masones que en la Edad Media construían catedrales, de hecho franc-masón significa el albañil que trabaja la piedra de adorno y la logia era un obrador o refugio donde los canteros trabajaban evitando la intemperie. La logia, desde el punto de vista administrativo era también un tribunal, en el que todos estaban bajo la autoridad del maestro albañil, quien aplicaba las normas del oficio y mantenía la disciplina. Hoy día es el edificio en el que se reúnen los masones, llamado igualmente templo masónico o taller.
Aunque la masonería que ha llegado a nuestros días o masonería filosófica la podemos situar a comienzos del siglo XVIII, con otros objetivos pero heredando de la anterior ritos, ceremonias de iniciación, nomenclatura y organización. No responde a una determinada ideología política ni credo religioso y su fin no es ocupar el poder sino contribuir a perfeccionar a la persona para que ésta mejore la sociedad. Todos los masones tienen en común la creencia en Dios, al que llaman el Gran Arquitecto del Universo, lo que es compatible con el Dios de los judíos, cristianos, católicos o musulmanes. Siguiendo a Ferrer Benimeli, gran historiador de la masonería, diremos que símbolos masónicos son el triángulo equilátero, cuyos tres lados representan la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, el gran lema de la Revolución Francesa, acontecimiento que junto a la Independencia de Estados Unidos dio origen a la democracia. La escuadra o compás significan la rectitud del masón y la equidistancia en sus relaciones con el resto de hombres, sin inclinarse ante los poderosos ni menospreciar a los más humildes. El masón debe ser justo en sus apreciaciones y en su conducta, sin dejar de ser fraterno con todo el mundo. La estrella de cinco puntas representa la figura humana: cabeza, brazos y pierna, y en su centro se coloca a veces un ojo, que representa el ojo de Dios observando al hombre. Otras veces aparece la letra G, God, Dios en inglés. La piedra bruta representa al hombre en su estado natural con sus pasiones y sin el freno de la razón y sin un código moral. El mandil es el delantal que usan los masones en sus reuniones, algunas de las cuales son exclusivas para masones pero en otras son admitidas los profanos o no masones. Mediante una cuota mensual o anual mantienen la logia y en una bolsa o recipiente depositan limosnas para pobres o viudas.
Organización federativa
Existen varias ramas u obediencias dentro de la masonería, adoptando una organización federativa, de ahí que el conjunto de logias agrupadas en una federación constituyen una Gran Logia o Gran Oriente, al frente de las cuales está el Gran Maestre.
Para el historiador José Antonio Ayala, autor de 'La Masonería en la Región de Murcia' (1986) la primera logia fundada por españoles fue en tierras francesas, en el puerto de Brest, tratándose de oficiales de nuestra Marina, entre ellos oficiales del departamento naval de Cartagena. Uno de aquellos primeros masones fue el general Torrijos, liberal que acabó fusilado en 1831 por el absolutismo real. Entre 1800 y 1819 doce personas estuvieron presas en la cárcel de la Inquisición de Murcia, acusadas de pertenecer a la masonería.
Aunque la primera logia en la región será la denominada Los Hijos de Hiram, asentada en Cartagena y constituida en 1869, una vez triunfante la Revolución Democrática. Su impulsor fue un zaragozano, pastor protestante y excapitán de Infantería. Nada nos extraña porque la mayoría de los primeros masones en nuestra tierra eran militares o empleados de Marina, seguidos por industriales, comerciantes, médicos y empleados de comercio.
Uno de los centros más activos de la masonería en el último cuarto del siglo XIX fue La Unión, la primera establecida allí fue la logia Isis nº 249, constituida el 10 de junio de 1883. Se producen divergencias en su seno y piden la mediación del vizconde de Ros, gran comendador y gran maestre del Gran Oriente Nacional, quien residía en Balsicas. Su mansión, que simula un castillo, se puede apreciar en esta localidad pachequera.
En San Pedro del Pinatar se crea la logia Concepción nº 315 en 1885, con la ayuda de Hijos de Hiram, de tendencia progresista y laica, por lo que recibió ataques desde el púlpito por parte de los curas de la localidad. Quisieron fundar una escuela laica y estuvieron muy comprometidos en el socorro a los pobres y a las víctimas por epidemias.
Antonete Gálvez
Muchos dirigentes de la I y de la II República fueron masones, como Antonete Gálvez, el caudillo cantonalista. No han faltado mujeres ilustres como Concepción Arenal (1820-1893), considerada la primera feminista en España y que lideró la humanización de las prisiones; Emilia Pardo Bazán (1851-1921), escritora, periodista y autora de estudios folklóricos o Clara Campoamor (1820-1893), abogada y diputada por el Partido Radical, que en la Cortes republicanas de 1931 defendió y ganó el debate a favor del voto femenino. Más información al respecto tenemos en la web de la Asociación de la Memoria Histórica de Cartagena, con una entrevista a la antropóloga Rosa Elvira Presmanes, autora de 'La Masonería femenina en España (Dos siglos de historia por la igualdad)'.
El periódico 'El Liberal' acusaba, en 1936, a 'La Verdad' de doble moral por arremeter contra la masonería como «cosa diabólica» pero al mismo tiempo defender las candidaturas de los partidarios del jefe de Gobierno, el masón Portela Valladares.
Ilustres masones de Cartagena en la época de la II República fueron los doctores Diego Pérez Espejo y Casimiro Bonmatí Limorte. Tras la guerra civil se prohíbe y es seguida por los españoles del exilio. Con la democracia renace, impulsada aquí por el unionense Antonio Martínez Nieto, existiendo en la actualidad 11 logias en la región, dos en Cartagena: La Respetable Logia Simbólica Fraternidad Mediterránea nº 94 y la Nicomedes Gómez nº 50, en homenaje al pintor cartagenero.
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