Las Grandes Logias Escandinavas habían roto sus relaciones con la Masonería Francesa en 2011. La posición institucional de la Gran Logia Nacional Francesa se vio especialmente comprometida en 2012, cuando las Grandes Logias de Alemania, Austria, Bélgica, Luxemburgo y Suiza rompieron sus relaciones a través de la Declaración de Basilea. Ese mismo año se produjo la ruptura con las tres Grandes Logias Británicas de Inglaterra, Escocia e Irlanda.
La ruptura de relaciones entre Grandes Logias pone en suspenso el derecho mutuo de visita que asiste a sus miembros y facilita la acogida fraternal de los miles de masones esparcidos por el mundo.
Tras el restablecimiento de las relaciones con las tres grandes logias británicas, que se produjo en el verano de 2014, la Masonería Francesa ha retomado de forma paulatina sus lazos de amistad. En las últimas semanas ha recuperado el reconocimiento de las Grandes Logias de Bélgica, Austria, Alemania y Finlandia.
A lo largo de la larga crisis institucional de la Masonería Francesa, la Gran Logia de España, que reconoce y es reconocida por 176 Grandes Logias de todo el mundo, ha mantenido inalterables los lazos de amistad y reconocimiento con la Gran Logia Nacional Francesa, que jugó un papel capital en el proceso de restablecimiento de la Masonería Española tras la muerte de Francisco Franco. En 1977 consagró en Barcelona, la primera Logia española, regular y reconocida desde la Guerra Civil. Tras el establecimiento de cuatro logias regulares, en 1980, la Gran Logia Nacional Francesa creó la Gran Logia de Distrito de España, compuesta por 70 Hermanos. El decreto de mutuo reconocimiento, que devolvía la plena madurez institucional a la Masonería Española, llegó en 1982.
Fuente: Gran Logia de España
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